En época de inestabilidad económica, los objetos de arte constituyen un valor refugio
La inversión en obras de arte y antigüedades puede asegurar a los inversores una rentabilidad razonable sin incurrir en un excesivo riesgo de pérdida del capital invertido. No obstante, antes de acometer una de estas inversiones, es importante tener en cuenta la fiscalidad de la compra, tenencia y venta de este tipo de activos.
La adquisición de una obra de arte puede tributar por IVA o ITP, dependiendo de quién sea el vendedor.
La tenencia de obras de arte puede aumentar la tributación en el Impuesto sobre el Patrimonio. No obstante, es posible disfrutar de exenciones en ciertos casos.
También es importante conocer cómo tributar por las ganancias obtenidas en la venta o cesión de estos activos, según si se trata de una actividad esporádica o habitual.